El planteamiento general del proyecto viene determinado por los requisitos funcionales del mismo, con el objetivo de ubicar un hotel urbano de 12 habitaciones en un edificio donde estaba prevista la construcción de 5 viviendas.
Para ello se rehace complemente la distribución de la planta, manteniendo, en la medida de los posible, la configuración de la fachada.
La planta de habitaciones se organiza en torno a un espació central de patio, que permite iluminar los recorridos y relegar las habitaciones a las fachadas del edificio. Este espacio descubierto sirve tanto de recorrido como de zona común de espera, con la inclusión de bancos y jardineras, generando un espacio acogedor que sirva de transición y comunicación con la terraza de cubierta.
Encontramos aquí, un elemento escultórico a modo de escalera, rodeado por bancadas integradas en la decoración, y una cascada de agua, la cual desciende po entre cadenas para reducir el sonido de impacto pero generando un rumor continuo y seco. Es aquí donde se introducirá la vegetación que aporte frescura al recinto.
Se trata de un espacio generoso desde el uso planteado y agradable a los sentidos. La configuración interior de las habitaciones responde al mismo esquema en todas ellas, si bien las dimensiones de las mismas varían en función de su ubicación.
El acceso se realiza por la zona de servicio, entre el baño y una pequeña zona de cocina, ya que la luz natural llegará de forma indirecta. A continuación de ubica una zona de comedor y de estar, mediante bancadas y mesas de obra, donde también se ubican los armarios.
Finalmente, junto a la fachada se encuentra la zona de dormitorio, separada de la anterior mediante una celosía de madera, que permite el paso de la luz aportando cierta privacidad. Esta celosía aparece en 10 de las 12 habitaciones.
En las otras dos el espacio de dormitorio y comedor se encuentran unidos, no existiendo la zona de estar formada por la bancada como en las anteriores.
En cuanto a la planta de cubiertas, se plantea su utilización como terraza del hotel, en la que se dispondrán diversos servicios. En primer lugar la planta se encuentra articulada por el hueco existente, que la relaciona con el patio de la planta inferior.
Al lado Oeste del mismo, el menos favorecido por las vistas y el soleamiento, se ubicará una zona para las instalaciones del edificio, con la inclusión de los paneles solares para calentar el agua, a la cota existente en dicha planta. En el lado situado al Este, se recrecerá la cota del solado, para favorecer las vistas del mar, creando dos plataformas a 45 y 85 cm con respecto a la cota inicial.
Se distinguen 4 zonas diferentes, organizadas en torno a una barra que organiza esta zona lúdica. En la esquina Noreste se colocarán hamacas de obra, con elementos vegetales separándolas del esto para dotarlas de mayor privacidad. A continuación se colocan 3 jacuzzis empotrados, en la esquina Sureste, desde donde se obtienen las mejores vistas del mar. Junto a la barra existirán una serie de mesas, y por último, en la plataforma a 45 cm de altura, existirán 6 camas balinesas.
En esta zona se añade una lámina de agua, que ayude a separar unas camas de otras. Esta lámina verterá agua hacia el patio de la planta inferior, creando una mayor conexión visual entre las zonas públicas del hotel y una relación funcional .
Por último, se aprovecha el espacio disponible en la planta sótano para desarrollar la recepción del hotel una pequeña zona de oficina y los elementos de servicio, como los cuartos de instalaciones, mantenimiento, almacenaje de ropas o equipajes y los aseos. Se intenta separar ambas zona, la pública y la de servicio, con la inclusión de celosías de madera, como en las plantas superiores y unos elementos quebrados a modo de escultura que componga el mobiliario.
Aparecen elementos de madera decolorada, celosías en el interior de las habitaciones y en las zonas comunes, como elemento unificador que marca la directriz del conjunto, todo sobre fondo blanco en paredes y suelos. Los tintes azules aportarán ese guiño al ambiente marino de la isla.
Estos elementos formarán las bancadas que sirven para crear las zonas de estar y las camas, las barandillas de las escaleras, e incluso aparecerán forrando parte de los techos, como elemento conductor de la decoración de todo el hotel, unificando el interior de las habitaciones y las zonas de estancia.
Al exterior se mantienen la volumetría existente, pero se unifica todo el edificio pintando el monocapa de blanco. Se modifica ligeramente la compasión de algunos huecos, pero manteniendo la imagen actual del edificio, donde aparecen grandes aberturas regulares sobre volúmenes que vuelan ligeramente sobre los planos de fachada.