La idea y volumetría del proyecto viene impuesta por la forma y las alineaciones de la edificación actual, y la necesidad de desarrollar una vivienda en su interior.
Se plantea un proyecto de rehabilitación que respete el entorno rural y urbano en el que se integra la actual edificación, acogiéndonos a los necesarios parámetros normativos y a la tipología constructiva de las edificaciones de antiguo porte que componen el núcleo poblacional de Argote.
De este modo se estructura una vivienda en base al criterio del cliente, Esto implica la solución distributiva que se ha propuesto, estableciendo todo el programa de necesidades en ambas plantas, la segunda se ciñe al extremo suroeste del inmueble, lo que posibilita un salón a doble altura, con la cubierta vista al interior, ya que la implantación de esta pieza se relega al nordeste propiciando un espacio más generoso para la sala más noble del programa.
En cuanto a la distribución interior de la planta baja, se han tenido en cuenta los siguientes criterios:
Se trata de una superficie útil de aproximadamente 71 m2 en donde deben ir encajados el salón, cocina – comedor, habitación, baño y un trastero.
Por lo tanto, debido a sus dimensiones, se plantea una vivienda abierta en su distribución, con un distribuidor longitudinal, que comunica todas las piezas de la vivienda con la escalera de subida desde planta baja a planta primera.
Se favorece la fachada sur y este de la vivienda, debido a las vistas y soleamiento, ejecutando ventanales y volcando a ellas los espacios más nobles (salón, cocina-comedor). Todas ellas se relacionan de forma directa con la parcela como zona de expansión del programa.
Esto nos obliga a dejar sin iluminación la escalera y el aseo, y a orientar la habitación al vial público. El trastero, que no tiene necesidades térmicas ni de iluminación, se ha relegado al norte y a la zona más estrecha de la parcela.
La composición estética, obedece a la secuencia lógica constructiva, por lo que los materiales más pesados construyen las partes bajas del cerramiento.
En este caso nos encontramos con un cierre de mampostería para las plantas bajas. Para la planta primera o bajocubierta, recurrimos al ladrillo macizo galletero como material tradicional vernáculo.
Se completa a base de un entramado de madera de roble aserrada formada por tornapuntas y pies derechos y durmientes. El orden compositivo de la fachada plantea 3 ejes verticales en planta baja y centro desplazado en planta primera, ya que es condición del promotor abrir grandes ventanales en el hastial bajo la cumbrera.
En planta baja se modificara la composición del cerramiento de mampostería introduciendo los sillares de una antigua puerta que pertenecía a otra casa preexistente en el pueblo, vivienda habitual de la promotora.Los huecos que dejan los portones actuales se usarán para enmarcar las nuevas ventanas que iluminan los usos interiores.
Finalmente, y al más puro estilo tradicional, recurriremos a una estructura de madera laminada tanto en forjados con en cubierta. Respecto a la distribución interior del primer nivel, se han tenido en cuenta los siguientes criterios:
Se procederá al recrecido de los muros perimetrales, dotando de mayor altura libre a la planta primera, para no limitar su uso. Se trata de una superficie útil de aproximadamente 48 m2 en donde se ubica un segundo trastero completamente diáfano. La cubierta a dos aguas, se proyecta en madera, manteniendo el sistema
constructivo de la cabaña actual. Esto permitirá generar un ambiente más cálido de los usos interiores.